Proyectos de Investigación

Generando conocimiento para el futuro

Dentro de nuestra línea de trabajo, desde hace años formo parte de la Dirección de dos de los proyectos de más calado que se están realizando en los últimos años: el anfiteatro romano de Cartagena y la villa romana de Los Villaricos (Mula, Murcia).

Arqueología integral - conocimiento para el futuro

Anfiteatro romano de Cartagena.

Desde 2009 formo parte de la dirección de los trabajos de excavación, documentación y puesta en valor del anfiteatro romano de Cartagena.

La villa romana de Los Villaricos (Mula, Murcia)

El yacimiento de la villa romana de Los Villaricos, localizado en el paraje del “Arreaque”, se encuentra a unos 5 km al este de la localidad de Mula. Está muy próxima al río Mula y se halla perfectamente comunicada con la vía Carthago NovaComplutum, a través de un actus que enlazaría con esta calzada que llevaría hasta la zona de la actual Archena, punto importante de esta conocida vía de comunicación, y que favorece el contacto tanto con las poblaciones del interior de la Península, como con la zona del portus Carthaginiesis.

Muy próxima a la villa, a unos 2,5 km, se localiza la ciudad ubicada en el Cerro de La Almagra, la antigua ciudad de Mula, que representa, sin duda, una de las claves para comprender el desarrollo de la presencia romana en toda la zona. En la actualidad, nadie duda ya de que las villae, en muchos casos, no sólo existen junto a la ciudad, sino que “son” también de la ciudad, por lo que el Cerro de la Almagra se presentaría como eje central de la relación entre la urbe y su territorium, asociación que también se proyectaría en la villa como parte que es de la ciudad.

El lugar ya era conocido desde el siglo XIX y las prospecciones realizadas por las áreas de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Murcia en los años 80 pusieron de manifiesto la importancia del enclave. Las primeras excavaciones, realizadas a partir de 1985 por M. Lechuga y M. Amante, pusieron al descubierto las partes urbana y fructuaria de la villa. Asimismo, se documentó el complejo termal y una instalación dotada de una gran nave de almacenamiento que se asoció inicialmente a la producción de aceite A partir de 2000, las excavaciones fueron retomadas por R. González y F. Fernández Matallana a quienes se unió J.A. Zapata en 2010, que en los últimos años han identificado y excavado en el sector meridional del enclave una instalación de gran envergadura para la producción de aceite. En resumen, la villa cuenta con la parte residencial, dividida, a su vez, en dos partes, la residencial propiamente dicha, situada en el centro del edificio con un patio central en torno al cual se articulan las distintas habitaciones y espacios domésticos y la zona termal situada en el lado oeste, con espacios destinados a los baños de agua caliente, templada y fría. Al este de la casa y unida a ella mediante un amplio “porche”, se documenta la primera de las dos zonas de producción (pars frumentaria) localizadas en la villa; las estancias excavadas en esta zona formarían parte del primer torcularium destinado a la producción de vino. La segunda área productiva está en el sector sur, a unos 100 m de distancia de la zona descrita, donde se ha constatado un gran edificio rectangular, de unos 684 m2, con todas las estancias vinculadas al proceso de recepción, elaboración y almacenamiento de aceite.